Control de 1 millón de hectáreas para prevenir la mosca de los frutos

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Buenos Aires, 22 de marzo de 2018 - La mosca de los frutos es considerada una de las plagas de mayor importancia económica para la producción frutihortícola de la Argentina debido a los daños que produce en la fruta y a las mermas económicas asociadas.

El Programa Nacional de Control y Erradicación de Mosca de los Frutos (PROCEM) del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) tiene como objetivo principal la reducción del impacto socioeconómico ocasionado por esta plaga.

Su acción de monitoreo y control abarca 1.000.000 de hectáreas en la región Patagónica, Mendoza, San Juan y el Noreste (NEA), donde se producen, anualmente, 5,5 millones de toneladas de frutos –posibles hospedantes de la plaga–. En este sentido, se destaca la producción de peras y manzanas con 330.000 toneladas exportadas desde el Área Libre de Patagonia y 3.500 toneladas de uvas exportadas desde áreas comprendidas en el Programa.

Actualmente, el sistema de detección cuenta con 9.965 trampas operativas y el personal del Senasa realiza 572.000 revisiones de trampas por año.

En 2017, se destruyeron 535 toneladas de fruta como medida de control cultural y se liberaron 380 millones de insectos estériles de Ceratitis capitata por semana como parte del control biológico mediante el uso de la Técnica del Insecto Estéril (TIE).

Por su parte, el sistema de protección cuarentenaria realizó la inspección y desinsectación de 7.000 vehículos que transitan diariamente (en promedio) por los puestos de control cuarentenario de la región Patagónica, Mendoza y San Juan. Además, 100.000 toneladas de fruta fueron tratadas en los centros de tratamientos cuarentenarios para abastecer a las áreas protegidas.

Estas  actividades del Senasa son esenciales, ya que la plaga –que cuenta con más de 300 frutos posibles hospedantes – ejerce una presión sobre las áreas protegidas, por lo que es necesario realizar acciones para su control.

Estas funciones de control y erradicación de la plaga representan beneficios claros para el país como la reducción de las pérdidas de frutas, la mejora en la sanidad y la inocuidad de los alimentos, la posibilidad de exportar sin tratamientos cuarentenarios y la apertura de mercados internacionales.