Continúa la cooperación internacional en la lucha contra la plaga de langostas

PROTECCIÓN VEGETAL

Continúa la cooperación internacional en la lucha contra la plaga de langostas

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Ante la detección de focos de Langosta en Bolivia, el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras de ese país solicitó la colaboración del Senasa, debido a su experiencia en el control de la plaga.

Buenos Aires, 9 de marzo de 2017 - El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) continúa prestando colaboración técnica en Bolivia con el objetivo de disminuir los daños de la plaga de langostas en ese país. Un equipo de técnicos del Programa Nacional de Acridios del Organismo, se encuentra realizando viajes a la región de Santa Cruz de la Sierra para cooperar y transmitir su experiencia.

Durante la primera misión de cooperación, los técnicos del Senasa, junto con representantes del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), se reunieron con miembros del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) y productores de Bolivia a fin de analizar el estado de situación de la plaga en ese país y realizaron una recorrida por las localidades afectadas.

Asimismo, brindaron la experiencia argentina en el manejo de la langosta basada en el monitoreo continuo de la plaga, el control de los estados juveniles detectados en forma temprana a fin de evitar la formación de mangas y su dispersión  hacia  áreas productivas, evitando de esta manera grandes pérdidas económicas. Recalcaron la importancia de contar con un Programa Nacional de Control y del trabajo conjunto público-privado que permitió reaccionar en forma rápida y eficiente ante la última explosión demográfica  que se produjo en nuestro país en 2015.

La Langosta es una plaga voraz que amenaza a los cultivos, campos de pastoreo y montes naturales. Las acciones de control y monitoreo de langostas que realiza el Senasa permanentemente, se intensificaron durante la emergencia sanitaria acontecida en el año 2015, logrando evitar daños mayúsculos en distintos sectores productivos del norte argentino.

Se reproduce a gran velocidad y puede movilizarse de a decenas de millones de individuos, formando mangas que descienden a los cultivos a alimentarse y es ahí cuando causan las peores pérdidas productivas. Estos agrupamientos son capaces de consumir una cantidad de cultivos equivalente al alimento que necesitan 2.500 personas en un día.

El foco detectado en Bolivia es de la misma especie sobre la que se realizan monitoreos y acciones permanentes para su control en el territorio nacional.

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