La importancia del bioterio y del bienestar animal

LABORATORIO DE REFERENCIA INTERNACIONAL

La importancia del bioterio y del bienestar animal

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Alrededor de 1.200 series de biológicos veterinarios son controladas, estas se utilizan anualmente en alrededor de 25.000 animales de laboratorio de diferentes especies.

Buenos Aires, 22 de marzo de 2018 - El bioterio es un recinto donde se albergan y crían animales de laboratorio con fines de investigación o de control.

En su Laboratorio Animal, ubicado en la localidad bonaerense de Martínez, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) cuenta con un bioterio de producción y otro de animales inoculados.

Las especies con las que se trabajan son ratones, cobayos, hámster, gallinas, gallos y conejos. Tienen una crianza específica con una buena calidad nutricional, sanitaria y genética bajo condiciones ambientales que reducen al mínimo el estrés.

El bioterio de animales inoculados del Senasa cuenta con dos niveles de Bioseguridad (NBS), el NBS 2 de seguridad básica y el NBS 4 de máxima contención. Es el único en la región con esta infraestructura y desarrollo técnico habilitado para investigación, por ello, requiere de un importante y sostenido presupuesto.

Los laboratorios que fabrican medicamentos para la producción de medicina veterinaria están bajo la órbita del Organismo. Desde el Centro Coordinador Biológicos (CCB) llegan muestras de vacunas que serán testeadas en los animales de prueba para descartar aquellas que están mal y aprobar las aptas. Luego de su aprobación serán aplicadas en animales domésticos como perros y gatos o en animales de producción como vacas y cerdos con el fin de prevenir enfermedades y lograr un control sanitario.

La buena calidad de las investigaciones y controles depende del bienestar animal, es decir, el estado del animal en relación a sus intentos por hacer frente al medio que lo rodea. Cualquier modificación en el ambiente de los animales de laboratorio debe buscar mejorar su bienestar fisiológico, proporcionando estímulos que satisfagan las necesidades específicas de la especie.

Para reducir comportamientos anormales y estimular sus funciones cognitivas una buena estrategia es el enriquecimiento ambiental. Solo deberán emplearse animales cuando sea necesario con una justificación ética y no exista otro método alternativo. Deberá utilizarse la menor cantidad posible de ejemplares, ocasionándoles el menor dolor y/o angustia posible. Para ello es muy importante considerar la regla de las tres R (reducción, reemplazo y refinamiento).

En 2016 la Argentina creó el Comité Institucional de Cuidado y Uso de Animales de Laboratorio (CICUAL) con el fin de asegurar que las actividades que impliquen el uso de animales se desarrolle en el marco de las normas internacionales de ética, protegiendo además la salud de los investigadores.

Todas las personas que emplean animales para experimentos son responsables del estricto respeto de estas recomendaciones. Continuamente, hay una búsqueda de reducción y reemplazo en el uso de animales para laboratorio, pero mientras la ciencia los siga requiriendo, el bioterio del Senasa continuará trabajando en el refinamiento para alcanzar los más altos estándares en bienestar animal.