General Roca, 10 de agosto de 2018 – Personal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en la barrera sanitaria realizó inspecciones que determinaron que casi veinte toneladas de alimentos fueron retornadas a sus establecimientos de origen –luego de que observaran irregularidades en el transporte de la mercadería– para su destrucción y así resguardar la salud de los consumidores.

Por una parte, en el Puesto de Control de San Antonio Oeste se detectó durante la inspección de un transporte, que llevaba 18.344 kilogramos de pollo hacia la provincia de Santa Cruz, que parte de la mercadería no contaba con la temperatura adecuada para su correcto mantenimiento, por lo cual se realizó un acta de infracción que indicaba el retorno a origen del transporte. El procedimiento se realizó conforme a la Resolución exMAGyP 38/12 y el Decreto 4238/68.

Unas horas más tarde, en el Puesto de Control ubicado en Río Colorado, también se ordenó el retorno al establecimiento de origen de una carga de 1.700 kilogramos de moluscos que eran transportados con la documentación sanitaria vencida.

Con este tipo de acciones habituales, el Senasa protege y concientiza sobre la importancia de resguardar la salud de los consumidores y salvaguardar la sanidad animal y vegetal.

El organismo sanitario recuerda a los transportistas de alimentos que es indispensable cumplir con los requisitos establecidos para el acondicionamiento de los productos: estiba, temperaturas de los productos ya sean refrigerados o congelados, equipo de frío en condiciones, tanques receptores de líquidos con tapa y funcionando, separadores cuando corresponda, higienizar el térmico antes de su carga y circular con la documentación que ampara las cargas.